sábado, 10 de abril de 2010

Carta de Pepe a la Administración Educativa

Esta es la carta que nuestro maestro de Educación Física, Pepe Romero, hasta hace muy poco el Director de nuestro centro, ha enviado a los Inspectores de zona, al Delegado de Educación de Sevilla y al Consejero de Educación de Andalucía. En ella reflexiona sobre lo ocurrido a principios de este curso, denunciando lo injusto de lo acontecido.

Han pasado ya casi cinco meses desde que se aceptó mi dimisión, como Director del CEIP Nuestra Señora del Amparo de Dos Hermanas. Quiero hacerles llegar algunas reflexiones y consideraciones. Presenté mi dimisión, por no querer someterme a la apertura de un “Procedimiento contradictorio para revocarme del cargo si hubiese procedido”. Y actué así por considerarlo, en principio, con defecto de forma, no se me presentó el Acta de la reunión (23 de septiembre de este curso, en el IES Gonzalo Nazareno, -se adjuntan alegaciones a dicha acta- , que se enviaron en su momento), en la cual basaban las acusaciones, acta que habían elaborado los inspectores D. Enrique Hernández (presidía la reunión), D. Julián Esteban de Gracia y D. Francisco Gómez de Velasco. La mencionada Acta me la envía al día siguiente de su presencia en el colegio para abrir el procedimiento, D. Jesús Azpeitia Lamana, extrañado porque no se nos hubiese remitido. Por tanto no podía someterme a ningún proceso sin conocimiento de tal Acta. Se nos acusaba sin que conociéramos dicho documento. Cuando al día siguiente la conocimos, me reafirmé en mi dimisión porque mi sorpresa e indignación fueron inmensas ante la escasa coincidencia de ese Acta con la realidad, era una cuestión de dignidad, pero eso ya lo expresamos por escrito y remitido a Consejería y Delegación. Aspecto que no sólo manifestamos los exdirectores afectados, sino la mayoría de los que allí estuvieron, algunos de ellos/as lo corroboraron manifestándolo también por escrito, que les hicimos llegar en su momento.
Pero, siendo doloroso comprobar, cómo se puede manipular tanto la realidad, causando un inmenso daño a las comunidades educativas de los colegios donde trabajamos, quiero, ahora que han pasado algunos meses, que conozcan mis sentimientos como maestro andaluz, sobre lo acontecido.
Cuando defiendo en la reunión del 23 de septiembre “la flexibilización horaria en tres años a principio de curso”, y pido que se quite el acta, que se abrió por tal motivo, a mi compañero Francisco Carrasco (Ceip Cervantes); lo hago de la misma manera que intento enseñar a los/as niños/as: razonando, pidiendo la palabra, escuchando a los/as otros/as, disculpándonos si nos excedemos, buscando salidas, intentando conciliar. Pero no se me trata igual en esa reunión del 23 de Septiembre, se me quita la palabra sin motivo, se me manda callar sin motivo, se me grita e interrumpe cuando estoy dirigiéndome a otro inspector ( mi inspector de referencia). Además se me acusó de dirigirme a los/as otros/as directores/as de forma “asamblearia”, como si hubiésemos querido puentear la autoridad de los inspectores. Incluso existiendo algún momento de vehemencia en alguna intervención, se pide disculpa a los srs. Inspectores. ¿Qué he de hacer? Opté por irme de la reunión ante el oprobio al que me vi sometido. Antes manifesté que siempre había luchado por la libertad de expresión y que en ese momento estaba, claramente, conculcándose. Me voy en silencio y ningún inspector me indica que me quede (como ajena a la realidad, indica el Acta).
Ese sentido de la dignidad que me llevó a salirme de la reunión, que no soberbia, es el que intento transmitirle a mis alumnos/as, lo contrario es sumisión. Y como dijo no hace mucho, D. José Griñán, Presidente de la Junta de Andalucía, somos ciudadanos y no súbditos.
¿Significa eso que cuestionamos la autoridad de la Inspección, de los señores inspectores presentes en la reunión? No, sabíamos nuestras funciones como directores, pero entre ellas, no está ser maltratado y que se nos pierda el respeto, que es lo que entiendo pasó.
Hay dos aspectos especialmente dolorosos; llegó a nuestro oídos que en Delegación de Provincial de Educación, se habían referido a nosotros como “Directores cortijeros”. Jamás he entendido el colegio como un “cortijo” sino más bien como un hijo, y mi hijo es lo que más quiero en el mundo. Le he dedicado horas y horas al colegio, con todo el amor que a mí me es fundamental para emprender cualquier tarea, en este caso, amor y mimo hacia la educación pública andaluza y se me dice “Director cortijero” ¿será posible? ¡ Cuánto despropósito, qué injusto!
Otro aspecto es, cuando se dice en una reunión entre Ampas y Delegado de Educación en Delegación Provincial, que somos unos “insubordinados”, ¿insubordinados por no soportar que se nos tratara como se nos trató?, insubordinados ¿por qué? ¿ser Directores de colegio conlleva aceptar cualquier humillación? ¿es eso lo que tenemos que transmitir a los/as niños/as?
Qué difícil seguir, qué dañadas ahora mis ilusiones por la educación, después de esta actitud de la Administración Educativa Andaluza, qué difícil seguir enseñando en valores y competencias básicas, y seguir enseñando a ser críticos, a cuestionar, a razonar y a luchar contra la injusticia y por un mundo mejor, Ciertamente he perdido “absolutamente” toda confianza en una Administración que actúa como lo ha hecho.
De todas formas, tal vez ahora más que nunca, seguiré trabajando en el Colegio con mis compañeros y compañeras, que tanto me apoyan. Por cierto, he estado acompañado de un maravilloso Equipo Directivo comprometido con el Proyecto de “ Hacer escuela entre todos/as”. Con el barrio, entendiendo la educación como único instrumento para transformar la vida, y con la Ampa, la cual me ha demostrado el talante que tienen unos padres y unas madres comprometidos/as con el Colegio y la educación de sus hijos/as. Padres/madres que no han cejado en la denuncia de la injusticia cometida. Eso no tiene precio, gracias por su apoyo.
Deseo que el curso próximo se haya aclarado todo lo referente a la flexibilización horaria en Infantil y que se actúe pensando en los/as niños/as y profesoras/es de Educación Infantil (su trabajo es precioso, fundamental y durísimo).
Mi total apoyo a Francisco Carrasco (exdirector del Ceip Cervantes), persona íntegra donde las haya, absolutamente comprometido con su colegio (que no su cortijo, no puedo decir lo mismo de algunos/as excompañeros/as directores/as). Orgullosa debería haber estado de él la Administración Educativa, en lugar de haber llevado la situación a donde la ha llevado. Bien saben los/as que han provocado todo esto, a qué me refiero. Me da por pensar qué hubiesen opinado de todo esto, el malagueño D. Francisco Giner de los Ríos o el almeriense D. Nicolás Salmerón, dos andaluces fundadores de la Institución Libre de Enseñanza. Pero eso no creo lo entiendan los artífices de todo lo anterior.
¡ Deberían buscar la verdad de lo que pasó en aquella reunión del 23 de Septiembre de 2009!

Atentamente,

Fdo.:Pepe Romero Montes. Maestro de Educación Física.
Ceip “Nuestra Señora del Amparo”. Dos Hermanas. Sevilla.

1 comentario:

  1. la unica verdad es que teniamos que llevarnos los niños a media mañana

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